Los trabajadores en los aeropuertos de Tenerife Norte y Tenerife Sur se movilizan contra la privatización de AENA
- Los representantes de los trabajadores advierten de que la entrega de los aeropuertos al capital privado solo empeorará la seguridad y las condiciones laborales
- Estas instalaciones dejarán de prestar un servicio público de cohesión territorial
Santa Cruz de Tenerife, 6 de marzo. La opacidad en el modo de obrar del Gobierno Central para privatizar una empresa pública estratégica para el desarrollo nacional como es AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), la transferencia de riqueza de un bien de todos a los bolsillos de unas pocas empresas privadas y la pérdida futura de condiciones laborales estables y dignas han movilizado a los trabajadores de los aeropuertos tinerfeños. Se trata de una clara manifestación del rechazo unánime de toda la plantilla a la privatización de estas instalaciones.
Los representantes de los trabajadores de ambos aeropuertos denuncian que de producirse la privatización, el servicio en los aeropuertos no respondería al interés general, sino al incremento de la cuenta corriente de los accionistas de las empresas adjudicatarias. Unas empresas que son las mismas que se lucraron con la burbuja inmobiliaria y especulativa en la España de la última década y que ha dejado tras de sí el panorama de devastación social que todos conocemos.
La excusa del Gobierno para ejecutar esta privatización no es otra que la de hacer frente a una deuda acumulada de la inversión en la mejora de infraestructuras, cuando en realidad el proceso no obedece a otra cosa que a la tendencia privatizadora de carácter global impulsada hace ya más de una década bajo el nombre de “Programa de Modernización del Sector Público Empresarial”.
Siguiendo la lógica mercantil inherente a la privatización, los Comités del Sur y del Norte alertan de que de llevarse adelante, se producirá sin remedio la merma en la seguridad operacional y el deterioro progresivo de las infraestructuras aeroportuarias. Por supuesto, los trabajadores tendrían que enfrentarse a recortes en derechos laborales, cuando no el despido directo. Y el ciudadano, al encarecimiento de las tasas, y por consiguiente, del pasaje de avión. También se perderán las rutas no rentables o directamente el cierre de aeropuertos que no respondan a la lógica de la obtención de beneficios a corto plazo.
Los perjuicios ya son palpables. De hecho, AENA ya ha suprimido servicios necesarios para garantizar la seguridad del pasajero. En el aeropuerto de Tenerife Norte ya no hay servicio médico, no se garantiza que el servicio de salvamento y extinción de incendios pueda intervenir en el área terminal, se ha reducido notablemente el personal de seguridad y vigilancia, sobre todo de noche, a la vez que se tiende al apagado de luces de plataforma.
La red aeroportuaria española, considerada hasta el momento, puntera y ejemplar a nivel mundial, será entregada y regalada por el Gobierno al capital privado, cuando tendría que servir al cohesionamiento del territorio, como hasta ahora, brindando al ciudadano un servicio vital. Para Canarias es esencial, dada su condición de región ultraperiférica e insular y que además, es la puerta de entrada de su mayor industria: la turística.
NOTA DE PRENSA.
Comité Centro Aena aeropuerto Tenerife Norte
Comité Centro Aena aeropuerto Tenerife Sur
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